Y ella estaba acostada a su lado, sus miradas eran cómplices de lo que acababa de ocurrir. Un beso, una caricia, nada más hacía falta para decirlo todo.
Sus cuerpos desnudos, sólo las sábanas eran testigos de todo, sólo las paredes habían escuchado sus sordas palabras, sólo las ventanas habían guardado su secreto para siempre.
Y al separarse todo se acababa, la felicidad se escapaba con un soplo de enfado, las sonrisas se convertían en lágrimas de los recuerdos y esas dos personas se convertían en marionetas de la nada
.
Al día siguiente volvía a salir el Sol, su rutina seguía como otras veces, pero algo era distinto… Nadie los rodeaba susurrándoles al oído cosas que las trasladaban a un mundo completamente paralelo.
"Por suerte siempre esta el dia siguiente para poder disfrutar otra vez de esa felicidad a tu lado"
"Pode que só sexa unha rapaza con moito tempo de lecer..."
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