domingo, 16 de septiembre de 2012

Y solo queda

Intentando dibujar entre mis sábanas y no me sale nada. Solo escucho una y otra vez esa canción que un día un amigo me cantó a mi sola con una guitarra rota y una vez desgarrada.
Me tiembla la mano cuando intento elegir el camino que mi bolígrafo debería tomar.
No sé si te echo de meno so si es a ti a quien debería hacerlo.
Volver de vez en cuando a una rutina de gritos y llantos ensordecedores hace que piense más en tus estúpidos enfados que tanto me gustaba enmendar.
Ya han pasado muchos segundos desde aquella carta electrónica fallida, desde aquella pierna que había tropezado con su gemela. Desde que te dije adiós y te deseé suerte.
Ahora volveré a escribirte, pero ya no podré mostrarte mis letras como antes, la cantante se ha quedado muda, le has robado la voz. Ahora solo le queda teclear y golpear cada una de las letras, cruzar los dedos y únicamente esperar, aunque solo sea al silencio.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Poderosa alucinación, demasiado real, sueño infinito en rem.

Te siento inalcanzable como si fueras un fantasma inapreciable, como un soplo de aire que me toca a veces pero que es demasiado suave como para poder apreciarlo y sentir su tacto y olor.

Te fundes como un humo ya impenetrable para mi; me miras y mis ojos se esconden por un miedo que me consume, te miro y me siento ligera, se me antoja acercarme a ti y besar esos labios que a penas puedo apreciar. Me vuelves a mirar, yo me quedo absorta apreciando cada uno de los detalles de tu diminuto ser. Me encantaría quitarte esas gafas y poder cerrarte los ojos con caricias, poder recorrer el tatuaje de tu espalda y dibujarlo una y otra vez con mi dedo sobre el lienzo de tu piel.

Me da miedo fijar mi mirada en ti durante un largo período de tiempo, me siento atrapada, soy incapaz de decirle a mis ojos que eso no es mío, mis manos les obligan, quieren poder sentir el tacto de su piel, despeinar ese pelo negro, acariciar esa cara y poner la piel de gallina en su espalda.

Leo y releo todas mis palabras, las uno en mi cabeza imaginándote aunque estés a tan solo una mirada infinita de mi.

Dime que me dejas leerte el pensamiento, permíteme acercarte y susurrarte todo esto al oído; dime con la mirada: "ven".

Sin embargo ya sé que te volveré a encontrar andando absorta por aquí, sé que nunca podré llegar a conocer ni tu nombre. Cada vez que te veo mi único deseo es poder decirte "hola".


"Pode que só sexa unha rapaza con moito tempo de lecer..."