domingo, 11 de diciembre de 2011

5

No todo es fácil, y vivir es lo más difícil de todo.
Pero tú me lo haces más ameno, eres capaz de hacerme simplemente feliz.
Todos sabemos que cada uno tiene sus defectos, que nadie es perfecto, que no todo es para siempre y que todos tenemos un final.
Pero de momento, solo me quedaría por decirte que te quiero, que muchas veces tuvimos nuestros más y nuestros menos, pero dime por qué estamos aún al pie del cañón. Creo que no aguantamos tanto e hicimos tantas locuras como para que esto se acabe aquí.
Te propongo seguir adelante, continuar haciendo locuras una vez más. Te planteo algo nuevo pero cotidiano, te ofrezco un beso día a día y un te quiero sincero. Te prometo contártelo casi todo, como bien dices "todo el mundo tiene ciertos secretos". Te digo que intentaré confiar un poco más día a día.
A cambio te pido una mínima parte de todo lo que yo pienso hacer, ayúdame a conseguirlo y haré lo mismo contigo.
¿Qué me ofreces tú?


Hoy solo el humo de mi cigarro me puede obstaculizar el cielo, las diminutas estrellas de allá arriba me hipnotizan cada vez más, ya no me siento con fuerzas de moverme, y mi pequeña lágrima salada tampoco ayuda.
Mientras consigo bajar mi mirada poco a poco, siento como un suave dúo de música formado por un violín y un piano se cuelan entre mis oídos. Siento como mi cuerpo se aligera, puedo volar en este mismo instante, y así perseguirte, llevarte a lo más alto...
Mis pupilas se quedan clavadas en el reflejo de la luz de la luna, hace que los tejados mojados por el temporal, parezcan el mismo cielo, ondulado por las oscuras tejas, dándole al infinito un sentido caótico.
Y las pequeñas luces de Navidad, brillan en alguna que otra ventana, anunciando que algo de felicidad inventada está a punto de llegar para volverse a ir un 7 de enero, un día como otro cualquiera.


"Pode que só sexa unha rapaza con moito tempo de lecer..."