miércoles, 7 de noviembre de 2012

Amor, locura, miedo

El hielo que me recubría parecía estar ardiendo en llamas, aunque yo me seguía sintiendo fría, sin sangre recorriendo mi cuerpo y todo porque el miedo quería apoderarse de mi ser y mi mente.
Una gran locura parecía querer convertirse en mi nueva personalidad, amedrentándome, cansando mi ser, arrebatándome los pensamientos sin apenas dejarme reaccionar.
Pero ese miedo y esa locura nada hacían por propia voluntad, algo había, en las tinieblas que a ambos  producía en mi interior, que los guiaba, que ordenaba cada uno de sus movimientos, involuntarios en mi.
Durante un tiempo algo me quiso cegar, una luz que no parecía tener camino que seguir, por el que guiarme, que me destinará de una vez por todas. 
Al final y sin que apenas esperarlo el hielo en mi piel desapareció, evaporándose.
Un cálido beso involuntario e inexistente rozó la piel de mi hombro, una caricia invisible y confortadora, descubrió mis ojos ante algo, mostrándome una sensación...
Un amor repentino, lento y templado; un sentimiento cariñoso y rebelde. Algo que me empezaba a recoger en puentes de abrazos. Levantándome con delicadeza, cubriéndome con un impoluto manto mi ser. Despertando así, un motivo por el que poder caminar, sin miedo y locura, luchando contra la nada.


"Pode que só sexa unha rapaza con moito tempo de lecer..."