lunes, 29 de julio de 2013

Teletransportación

Cierro los ojos, en este instante todo lo que tiene que ver con el exterior de mi mente no existe.
Una sensación de vacío inunda mis pulmones. Poco a poco mi piel se eriza, desde los dedos de los pies hasta la cabeza.
Te pienso y mi cabeza empieza a imaginarte. En las yemas de mis dedos siento como acaricio tus labios, y en mis labios siento tu piel.
Sin embargo, solo mis oídos escuchan te quieros callados. 
Al final siempre desapareces, el vacío de los pulmones invade mi cuerpo quemándome por dentro.
Abro los ojos y me acurruco como un niño, intento imaginarte. Pero esta vez no puedo evitar llorar al recordarte...

Mientras, escucho a lo lejos, en susurros: Te echo de menos  

lunes, 8 de julio de 2013

Un sueño demasiado real.

Es insufrible no tenerte.
Cerrar los ojos e imaginarte sonriendo, como siempre lo hago. De repente abrirlos y saber que no puedo ni tocarte.
Buscar en el hueco de mi almohada ese abrazo que quedó pendiente tantas veces.
Soñarte como el mejor regalo, aunque cuando me despierto ya no siento como recorro tus labios con la yema de mis dedos.
Repetirte una y mil veces lo bonita que eres. Repetirme mil y una, que el susurro que quiere salir de mi boca solo tocara el aire, no tu oído.
Pedirte que me calles, creando promesas en el aire,
Preguntarme como te echo tanto de menos, respondiéndome con solo pensarte.
Que me queme el pecho porque no te tengo.
Sentir que poco a poco te estás quedando con una parte de mi.
Necesitarte.