viernes, 20 de mayo de 2011

1994
cuatro números
un año
una cifra
sin importancia...

Palabras obsoletas que castigan mi ego
y aumentan mi miedo
al fracaso.

En busca de un mecenas
que guste de fantasías
de un alguien que
es nada
sin más.

Hablo, sola,
para pensar
que alguien
me escucha.
Escucho,
para llorarme
y no beber el veneno
de mi lengua de víbora.

Grita, asústate
o simplemente riete
de todo este universo
repetitivo y redundante.

Flagelarme y convertirme
en otro
"perro más del hortelano"
que sea comparable
como un político insignificante y corrupto


"Pode que só sexa unha rapaza con moito tempo de lecer..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario