Ya no esperas impaciente en la puerta de tu pequeño piso por tu correo diario, de una persona, que un día fue algo a tu lado. Ella espera tu respuesta, que contendrá palabras obsoletas que acaben por provocar un terremoto de grado siete con ocho en la escala de la perfección, tirando abajo las casas donde vivían sus sueños.
Ella, su cuello, ya ni lo siente de lo agarrotado que lo tiene, por andar con la cabeza hacia el suelo, donde se apoyaba todo el peso que tu te quitabas, pero que ella sentía después.
Abre la puerta que se encuentra en su pecho y adéntrate en un mundo en el que caminarás por el techo, donde los cuadros levitan sobre las alfombras de las paredes. ¿Que no tienes la llave? Búscala en la Calle del Ayer, casa número 25, donde vive la familia Desilusión. Ellos te llevarán a la habitación de invitados donde aún se encuentran los libros, aquellos donde ella guardaba las más bellas hojas, caídas de unos árboles llamados Recuedos.
"Pode que só sexa unha rapaza con moito tempo de lecer..."
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