Me dispongo a hacerme un lavado de cerebro, a intentar olvidar pecas y el color marrón. A sudar sentimientos y llenarme de música instrumental.
Solo te pido seguir jugando a pasarnos la pelota, a contraatacar con mensajes de despedida y a preguntarnos lo obvio.
Pero me sigo perdiendo entre mosaicos verdes y preguntas desaparecidas. Alucino con camisetas negras y púrpuras, y veo sombras de recuerdos en cada esquina.
Solo una bandera de colores se interpuso entre dos pensamientos, que previamente grité a un amanecer oscuro.
Y el sonido del piano en mi cabeza sigue intentado hacerme recordar, infiltrando conversaciones y paseos, como un tratamiento de electroshocks.
Mi perdón se sigue repitiendo, intentando presionar el botón de retorno.
"Pode que só sexa unha rapaza con moito tempo de lecer..."