Ahí es donde me gustaría estar ahora, con una caja fuerte invisible donde pueda guardar mis pensamientos para nunca más encontrarlos.
Soy rara, o al menos lo estoy. Camino perdida entre fantasmas que me producen escalofríos que recorren mi serpiente-dorsal. Y mientras me teletransporto al lado de nadie, mi estómago sigue produciéndome gases que expulso por los ojos a modo de miradas que desprecian y odian, aunque en el fondo anhelan una sonrisa y un gesto agradable y sutil.
De momento seguiré buscando ese algo que me falta, porque llevo sintiendo un hueco interno, inútil que me hace caer poco a poco en mi propio vómito desesperado.
Me siguen picando los ojos, lloran internamente. Se odian a sí mismos por no tener el punto de mira bien calibrado. Además últimamente quieren gritarle a mis neuronas algo incomprensible que solo consigo entender en susurros.
"Pode que só sexa unha rapaza con moito tempo de lecer..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario