Mientras consigo bajar mi mirada poco a poco, siento como un suave dúo de música formado por un violín y un piano se cuelan entre mis oídos. Siento como mi cuerpo se aligera, puedo volar en este mismo instante, y así perseguirte, llevarte a lo más alto...
Mis pupilas se quedan clavadas en el reflejo de la luz de la luna, hace que los tejados mojados por el temporal, parezcan el mismo cielo, ondulado por las oscuras tejas, dándole al infinito un sentido caótico.
Y las pequeñas luces de Navidad, brillan en alguna que otra ventana, anunciando que algo de felicidad inventada está a punto de llegar para volverse a ir un 7 de enero, un día como otro cualquiera.
"Pode que só sexa unha rapaza con moito tempo de lecer..."
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